La microbiota intestinal juega un papel fundamental en la salud del huésped. Los microorganismos de nuestro intestino afectan a la metabolización de los nutrientes, lo que influye en aspectos metabólicos como el almacenamiento de grasas, la sensibilidad a la insulina o la liberación de hormonas relacionadas con el apetito, entre otros. Así, una microbiota equilibrada (o eubiosis) contribuye al mantenimiento de la homeostasis energética y metabólica, mientras que su alteración (conocida como disbiosis) se ha asociado con trastornos como la obesidad y la diabetes tipo 2, patologías que afectan de forma global a una población cada vez más sedentaria. Por ello, distintos grupos de investigación buscan identificar agentes moduladores de la microbiota con propiedades metabólicas saludables, que puedan ser utilizadas para el tratamiento de estas enfermedades.
En este sentido, estudios previos surgidos de la colaboración entre UNAV y CNTA han permitido identificar 3 especies bacterianas del género Lactobacillus como candidatos probióticos con propiedades saludables, como la capacidad de reducir la acumulación excesiva de grasa corporal, mejorar los niveles de glucemia y/o colesterol, o reducir la esteatosis hepática.
Sin embargo, a pesar de los beneficios para la salud, el uso de microorganismos vivos como complementos alimenticios presenta ciertas limitaciones, incluyendo la posibilidad de transferencia de genes de virulencia, o el desarrollo de resistencia a los antibióticos, entre otros. Por este motivo surgió el proyecto PARABIOTICS, donde se propuso la identificación y caracterización funcional de cepas probióticas que, bien de forma inactivada como a través de sus metabolitos (denominados postbióticos), fueran capaces de mejorar los parámetros relacionados con la obesidad, como son el exceso de peso, adiposidad, resistencia a la insulina o inflamación, sustituyendo así a la utilización de sus formas activas (o probióticos).
Gracias al proyecto PARABIOTICS, se ha puesto a punto distintas metodologías de inactivación de estas cepas probióticas con propiedades saludables. La evaluación funcional posterior empleando modelos celulares y modelos in vivo (Caenorhabditis elegans y roedores con obesidad inducida por la dieta), ha permitido identificar propiedades beneficiosas para las tres cepas, identificando algunos métodos de inactivación con mayor eficacia que otros. Así, se han obtenido postbióticos para dos de las cepas con propiedades frente a la acumulación de tejido adiposo, inflamación, mantenimiento de los niveles de glucemia o mejora del colesterol, entre otros. Además, estudios de toxicología realizados en paralelo han permitido conocer la seguridad de las formas inactivas identificadas. Los resultados obtenidos en el proyecto nos dirigen al desarrollo de, al menos, un agente postbiótico con potencial aplicación como terapia frente a obesidad y enfermedades relacionadas.