CENER, Lurederra y AIN logran generar biometano con tecnología propia

Proyecto colaborativo biometanogénesis

CENER, Lurederra y AIN logran generar biometano con tecnología propia

El uso del biometano está creciendo a pasos agigantados porque posee el potencial de impulsar la transición energética en el sector gasista. Por eso, estas tres entidades navarras pusieron en marcha Biometanogénesis, un proyecto encaminado a desarrollar una tecnología fermentativa de nueva generación para potenciar el uso de este vector energético. La iniciativa esta coordinada por ADItech, a su vez agente coordinador del SINAI, y financiada por el Gobierno de Navarra.

«El biometano llama la atención porque nuestras redes de gas natural están preparadas para usarlo, de forma que no hace falta invertir en infraestructuras y se elude el problema de la comprensión del hidrógeno. Para generarlo, ya existen diferentes técnicas como la catalítica, que convierten el CO2 del biogás en metano, pero sus condiciones de reacción son bruscas o necesitan aportes excesivos de energía. En este sentido, la vía fermentativa consiste en transformarlo a través de esos microorganismos. Una tecnología mucho menos costosa que la primera», señala Laura García, investigadora del Departamento de Biomasa en CENER (Centro Nacional de Energías Renovables).

Pero esta alternativa afronta importantes obstáculos tecnológicos. Entre ellos, garantizar la solubilidad del CO2 y el hidrógeno renovable «que se utilizan como substrato para dar lugar al metano», u optimizar la tecnología de los biorreactores para que generen las condiciones adecuadas con el objetivo de que las arqueas no se inhiban en su producción de metano.

De ahí que CENER decidiera contar con las habilidades de la Asociación Industrial Navarra (AIN) y el Centro Tecnológico Lurederra para poner en marcha Biometanogénesis, una iniciativa que buscó desarrollar la tecnología fermentativa y, por tanto, impulsar el uso del biometano como un vector energético renovable. El proyecto fue coordinado por ADItech, a su vez agente coordinador del Sistema Navarro de I+D+i (SINAI), y financiado por el Ejecutivo foral en la convocatoria de ayudas a centros tecnológicos y organismos de investigación para la realización de proyectos de I+D colaborativos.

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