En Europa, se estima que más de 10 millones de personas padecen úlceras por presión (UPP); afección cuya incidencia en población adulta se sitúa entre 5% y 12%, alcanzando el 20% en pacientes de geriatría con enfermedades agudas y/o crónicas.
El entorno de estas heridas y su crecimiento – agravado especialmente en el caso de personas encamadas, por la presión de los cuerpos y el roce con las vestimentas y ropa de cama – hace que sobre ellas jueguen un papel importante nuevas tecnologías y textiles antimicrobianos, para mejorar el enfoque terapéutico y garantizar mayor calidad de vida.
En este sentido, el objetivo general del proyecto PROMETEA, es el de lograr tratamientos combinados que permitan una regeneración de los epitelios a la par que controlen los procesos de infección e inflamación de los mismos, a través de la prevención de las infecciones y estímulo de las defensas de las personas afectadas.
